Mi vida entera es una mierda.
Sí, de nuevo eso de
"el mundo contra mí". No sé qué hacer. Estoy perdida. Sé que debería ser inmune a estas cosas, que prácticamente es mi estado natural, pero sigo siendo una soñadora inconformista.
Me declaro adicta a muchas cosas. Hay momentos en los que mi situación me aparece como algo indescifrable y en otras soy capaz de entender claramente y punto por punto todo lo que está ocurriendo.
Soy una yonki. Atravieso breves fases de abstinencia durante las cuales me intento convencer de que todo ha pasado. Pero ahí está de nuevo.
Necesito la sensación de descontrol. Necesito mi droga. Necesito usar la comida de forma sucia, casi obscena, como un vehículo que me conduce sin remedio a la ruina. A eso también soy adicta: autodestrucción Vuelvo a despreciarme cada instante, cada segundo del día. Mis errores van aumentando de tamaño hora tras hora, y al final del día siento que van a aplastarme por fin haciéndome un poco más invisible.
Comer y comer y comer y comer. Tragar. Comer. Vomitar. Lamentarse. Odiarse. Comer. Estoy gorda. Mierda estoy muy gorda otra vez. Comer. Llorar. Vomitar. Comer. Vomitar y llorar. Mierda estoy tremendamente gorda, joder. Comer.
El único consuelo que tengo es que estoy convencida que de un momento a otro sacaré fuerzas para cerrar la boca. pero, ¿entonces cómo ahogaré mi angustia? ¿dónde me refugiaré?. Comer es mi droga y necesito sentir todo esto para sobrevivir.
Todo es una gran mentira. Necesito esta enorme capa de grasa para protegerme del mundo exterior. Soy frágil y demasiado mayor para cambiar.
arfgh
,