de vuelta!

No podeis ni imaginar lo que he echado de menos este rinconcito!!!

He necesitado desahogarme muchas veces, pero sin ordenador y sin internet, me ha sido imposible.

Han pasado muchas cosas en estos días. La verdad es que me lo he pasado muy bien en mis vacaciones, vengo con las pilas SÚPER-cargadas.


Tranquilidad, solecito, lluvia, mucho andar, sitios preciosos...


En el tema comida la cosa ha estado bastante complicada. El primer día, para empezar, tuve que comer un bocadillo de pescado con un montón de aceite. Qué asco!

Pero he intentado comer siempre que he tenido ocasión ensaladita, y como hemos ido bastante de bares y restaurantes, he podido pedirme ensalada para comer muchos días.

Por la noche siempre me escaqueaba diciendo que me dolía la barriga o tenía sueño, porque no me gusta cenar, no soporto la idea.

Aún así he tenido que comer mucho más de lo que esperaba. Un día fuimos a un sitio especializado en carne de caza, con menú cerrado. Cuando vi delante de mi el plato de "ciervo en su salsa" casi me da algo. Comí un poco (la verdad es que estaba delicioso!!) pero enseguida dije que no me gustaba y me lo dejé casi todo.


También hemos andado mucho todos los días. No hemos parado ni un momento. Yo siempre me iba antes a dormir para evitar la cena, así que también he dormido un montón. Aún así me canso mucho, y a veces tenía la impresión de que me iban a fallar las piernas. No sé, es extraño porque debería sentirme más ágil, ¿no?.


Ayer fue el peor día. Fuimos a comer a un Restaurante de comida típica andaluza. Todos los platos eran repugnantes. Me pedí ensalada y salmón. Lógicamente esperaba salmón a la plancha, pues no, salmón SÚPER aceitoso y con una salsa blanca que no quiero ni imaginar lo que era. Además me pusieron dos trozos enormes!! Me comí uno, y el otro lo dejé casi entero, enterrado bajo las patatas fritas de la guarnición. De postre pedí piña, y también me pusieron un plato enorme. Comí todo lo que pude.

Creí que iba a reventar.

Me sentía tan llena y tan pesada. Tenía unas ganas horribles de vomitar, pero nos fuimos enseguida a dar un paseo. No podía ni andar, en cada paso era como si tuviera que mover 200 kilos de peso. Y unas nauseas terribles. Mi cuerpo me pedía que me deshiciera de toda esa comida que no necesito. Estuvimos un buen rato andando, y poco a poco me fui sintiendo mejor. Nos sentamos en una chocolatería a merendar, y yo me pedí un poleo-menta con sacarina y eso también me alivió bastante. No quería estropear mis vacaciones vomitando. Si hubiera estado sola habría ido de cabeza al wc, pero no podía hacerlo allí.

Encima luego me entraron los remordimientos y sólo pensaba en comer y comer y comer. "ya lo has jodido, ¿qué más da que ahora te compres helados y galletas? Ya está todo perdido, ¿no? ¡¡pues a la mierda!!". Y de verdad que os juro que estuve a punto de entregarme de nuevo a esta droga que es la comida. Una vez que empiezo, es que no puedo parar... Me queda tanto todavía.


Bueno pues entré en un súper y me compré una botella de un litro de pepsi Light y...
¡¡y nada más!! Ni galletas, ni helados, ni chocolate... Aún no sé como pude vencer la tentación, pero realmente estoy muy orgullosa de mi, porque para mi no es nada fácil dejar lo que he estado haciendo toda mi puñetera vida.



Me he hinchado en estas vacaciones
a coca cola zero y pepsi light.
Pero es que llenan un montón
y no tienen casi calorías.




LAS ADORO!!



Por último, decir que hoy me he reencontrado con mi bácula. Tenía miedo, porque estaba claro que había engordado después de comer tanto en las vacaciones. La ropa me la volvía a notar más apretada, y mi cara más grande.

Pues bien. Esta mañana me he subido de nuevo y marcaba... 79,4!!!
Un kilo y medio menos que antes de irme!!!!

Sé que es muy poco en cinco días pero estoy tan feliz!!!!
Ya estoy en el 7
Ya me queda menos...

Estoy taaaan contenta.
Tengo que darle las gracias a mi querida ensalada, porque se ha convertido en mi alimento base y me ayuda mucho a bajar de peso.
También quiero darle las gracias a todas las personas que me escriben y me leen, porque me llenan de fuerzas para seguir día a día.

repito: ¡¡estoy feliz!!


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